AYUDA PARA UN ALCOHOLICO
1. Habla con personas de confianza y pide ayuda
La dependencia alcohólica es una enfermedad no algo que tenga que ocultarse como si fuera un “secreto familiar” inconfesable. Debes hablar de ello con las personas que consideres apropiadas, tus hermanos u otros familiares, tu médico, tu tutor, el psicólogo de tu escuela, o un buen amigo.
No dudes en pedir ayuda cuando lo necesites y sobre todo si temes por tu salud o por tu seguridad.
2. Trata de entender la enfermedad
El alcoholismo es una enfermedad que nadie desea tener. Ni tus padres ni tú sois culpables.
3. Intenta motivar al familiar para hacer un tratamiento
El tratamiento del alcoholismo tiene una particularidad: debe ser el propio enfermo el que debe querer cambiar y hacer el esfuerzo para que su tratamiento tenga éxito.
- Expresa tu preocupación por la salud y el bienestar de toda la familia, aunque sin culpabilizar al enfermo
- Muestra interés por sus problemas y disposición para ayudarle, con la condición de que se aborde primero el tema del alcohol
- Reconócele las cosas buenas que cree que le ha proporcionado el alcohol, pero ayúdale a recordar las cosas menos buenas (no sólo para la familia) para que pueda hacer un balance de pros y contras antes de tomar una decisión
- Intenta ayudarle a pensar en lo que podría ganar si dejara de beber
- No te desesperes si ocurre alguna recaída. Siempre es posible continuar con la recuperación. Eso sí, hay que acudir al médico lo antes posible
- No intentes hacerlo tú solo. Pide ayuda y apoyo emocional a tus familiares o amigos
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